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FATHER CAPRIO rating:
8
Film noir. Drama Sandy Dawson had assembled a platton of ex-army thugs to run panchinko parlours while pulling off bloody heists and armed robbery. The murder of a friend brings Eddie Spanier into the group, along with his friend's Japanese wife.
Language of the review:
  • es
January 7, 2010
18 of 19 users found this review helpful
Fuller otorgó fundamentos y consistencia al cine USA. Estoy por afirmar después de haber visto Una luz en el hampa, Manos peligrosas y esta La casa de bambú, que Samuel Fuller es el punto de encuentro del cine negro americano con el polar francés. No estoy hablando de secuencias temporales sino de fundamentos profundos. Fuller realiza cine negro a la europea y quizás por ello no fue bien digerido en ninguna estancia del espectro sociopolítico americano. Fuller es la contracorriente y la contracultura y sus personajes están despojados de esos valores de que tanto se vanagloriaba el sueño americano, y en ese despojo ganan realismo y con la realidad llegan las heroicidades de que tanto gusta el cine americano pero también las miserias.

Es cierto que La casa de bambú no está al mismo nivel cualitativo de Una luz en el hampa, pero algunas de las expresiones que en su día utilicé para comentarla son igualmente válidas: “directo al hígado”, “la vida es jodidamente dura” “olvídense de sueños americanos, Disneylandia y estatuas de la libertad. Esto va en serio”. Aquí la violencia se entremezcla con la buena educación del pueblo japonés en la primera película rodada por EEUU en suelo nipón tras la IIWW. Y con la belleza del Fujiyama, todo sea dicho. Pistoleros abatidos a los pies de la emblemática cumbre. Bellezas y contrastes. La vida misma.

Leo en “video7arte.blogspot.com” lo siguiente: “ Samuel Fuller es el abuelo del cine independiente americano y el que más nietos tiene” y entre ellos cita a Lynch, Tarantino, Wenders, Jarmusch, Demme e incluso al propio padre (del cine independiente) John Cassavetes. Sin ser experto en los trabajos de Fuller por lo que intuyo y visto lo visto, estoy bastante de acuerdo con esta afirmación.

Y para este Fuller tan solo valen actores de los que se ofrecen, desgarro a desgarro, en cada actuación. Y en esta línea son imprescindibles Richard Widmarck o Robert Ryan, actores que hacen del sufrimiento una asignatura. La presencia de Robert Stack figura, sin embargo, en otro plano, aunque no hay riesgo de que naufrague un film cuyos únicos agujeros son los de una bañera convertida en colador por obra y gracia de un director inconformista y sin tapujos.
FATHER CAPRIO
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