Matrix fue un hito, una disrupción total, una película de ciencia ficción que todavía en 2024 se parece más a todas las que vinieron después que a las que se habían rodado anteriormente.

Un primer visionado de la primera entrega en particular y de la trilogía en general puede dejar al espectador confuso y perdido, pero la magia comienza cuando, tras haber digerido esos maravillosos efectos especiales y unas escenas de acción que 25 años después aguantan el tipo, te pones a indagar, a revisionarla, a ver cosas que no habías visto, detalles que te habían pasado inadvertidos y que de repente cobran sentido, frases a las que apenas habías prestado atención y dicen más de lo que parece...y es ahí cuando te das cuenta de lo bien hilado que está todo.

El ritmo de la primera mitad del film es maravilloso , culminando con la ya histórica explicación de Laurence Fishburne de lo que es Matrix. La segunda mitad es un clímax continuo de acción desenfrenada, música industrial y estética urbana acuosa de cuero negro y metal, que rebosa carisma.

Una de esas pocas películas que realmente empieza cuando acaba, cuando necesitas saber más, cuando te sorprendes de camino a tu trabajo haciéndote preguntas, o cuando se te cruza un gato negro en la noche de camino a casa ;)