Maravillosa película interpretada por Mel Gibson en una monumental película que también dirige él sobre William Wallace. Todos los Oscar son merecidos en una obra que es perfecta palmo a palmo. La ambientación histórica es una pasada, y los trajes parecen sacados de esa época con una máquina del tiempo, nunca vi una princesa tan guapa como Sophie Marceau, no me extraña que le guste a Wallace. El héroe escocés aparece representado como eso, un héroe en una historia auténtica firmada por un reparto impecable personaje a personaje y una banda sonora de las que hacen época. Imprescindible.