Primero de todo destacar los aspectos técnicos de esta obra, sencillamente magníficos, de hecho me encanta este tipo de animación, con mucho toque de imaginación en algunas secuencias. Muy ochentero. Y cabe recordar que estuvo nominada en el “International Fantasy Film Award” para mejor película.

La historia se sitúa en el epicentro o epocentro (como destaca sus dudas el protagonista de ésta historia) de la vida de dos ancianos que viven una nueva amenaza bélica en sus vidas. Son la clase de personas por las que cruelmente he reflexionado algunas veces, que no valga la pena molestarse por ellos, gente sin credibilidad, débiles, insensatos, sin criterio propio, incapaces de pensar por ellos mismos, con toda su fe puesta en la “eficacia” de su gobierno. Ingenuos hasta sus últimas bocanadas de vida. Pero pensándolo mejor, y es lo que a mí me hacho cambiar de idea. ¿Qué prefiero, grandes masas de gente con los mismos adjetivos calificativos nombrados anteriormente, pero felices? O ¿Las mismas masas quejándose constantemente por la ineficacia en todos los aspectos de su gobierno y todo lo que les perjudica en su entorno, osea jodidas? Descaradamente me inclino hacia la primera opción.

Este film tiene otras lecturas diferente que las que me han hecho a mí reflexionar, lo sé. Siento que es un film que necesita varios visionados para cavilar sobre los posibles planteamientos que nos propone el cuento. Aunque seguro que su autor se sentirá honrado sabiendo que hay gente que le da vueltas a la cabeza sobre el material que nos ha narrado. Aunque solo sea sobre en uno de sus matices.