Noche de bodas, con ese título todos pensamos en lo mismo, pero en la descripción no trae porno, pone TERROR y COMEDIA NEGRA. Si a esto le añades que en el cartel sale la novia con una escopeta y cara de pocos amigos todo parece indicar que esto va de un gatillazo.

Pero no, va de algo mucho más universal si cabe. Un chico y una chica están tan enamorados que no pueden esperar y, en plena cuarentena, deciden casarse. De suerte que son ricos y la ceremonia es en la casa, qué digo casa, en el palacio que tienen por vivienda. Una vez pronunciado el sí quiero recogen, vuelven a entrar en casa y empieza la noche (de bodas). Aquí la novia tiene que lidiar con todo tipo de arsenal, que si suegro, suegra, cuñado, cuñada, mayordomo... en fin, una película que pone ante los ojos del espectador que cuando te juntas con tu novio o con tu novia y más aún, cuando decides casarte en santo matrimonio, no lo haces solo con esa persona, lo haces con todo el personal que la rodea. Sí, verdadero terror.

La peli, no obstante, sabe de lo desgarrador de su mensaje pero tampoco busca hacer sangre, por lo que deja fuera de la historia a ese otro gran y temido grupo que acompaña a la pareja: los amigos.

¿Para una segunda parte quizás?