El director televisivo Frank Ariza, creador de series como (El continental y Perdóname, Señor) nos presenta su primer largometraje para el cine. Se trata de una comedia negra cuya historia transcurre en Bárbate, Cádiz. El proyecto ha costado más de tres años sacarlo adelante y da la curiosidad que esta película es el testamento cinematográfico de la gran Terele Pávez.

Nos cuenta la historia de María, una mujer que ronda los 40 años, es muy despistada y hace unos años decidió marcharse del pueblo y alejarse de una madre bastante autoritaria. Cuando le avisan de que su madre ha muerto decide volver a su pueblo natal para enterrarla como dios manda. La mayor sorpresa se la llevará cuando lea el testamento y descubra que para poder cobrar la herencia deberá casarse en menos de un mes.

El papel de María está interpretado de manera bastante correcta por Estefanía de los Santos, para ayudarla a conseguir el plan que le ha puesto su madre contará con la ayuda de su primo Segundo (Secun de la Rosa) el cual siempre ha estado enamorado de María. Dentro del elenco de secundarios podemos ver a Paz Vega en el papel de la prostituta del pueblo y a Alfonso Sánchez como cura.

La película empieza bastante bien, vamos viendo las costumbres y la forma de vivir de la gente en esa zona de España, el entierro pintoresco convoca a una multitud de vecinos y en ese momento es donde vamos viendo las escenas más divertidas, con un continuo humor negro, donde los rosarios y las canciones flamencas no pueden faltar.

Quizás la cinta vaya de más a menos, pero aún así es recomendable para pasar un buen rato, sin ser una comedia de risas continuas, tiene unos diálogos bien elaborados y un desarrollo de la historia que mantiene el pulso hasta el final. Pero sobre todo lo que mejor funciona es el elenco de actores.

Lo mejor: El grupo de actores, tanto principales como secundarios.
Lo peor: Va de más a menos.

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