Terminator: Dark fate está dirigida por Tim Miller, que muestra su buen hacer con el cine de acción y además lo adereza con grandes dosis de sentimentalismo y nostalgia. Linda Hamilton es Sarah Connor, y en su búsqueda de Terminators se cruza en el camino de Grace (Mackenzie Davis), que velará por la vida de la nueva salvadora de la humanidad (Natalia Reyes). Obviamente, sus caminos también se acercarán al de un Arnold Schwarzenegger que hará que a los más nostálgicos se le erice el vello.

Esto significa que tenemos todos los elementos necesarios para una película de acción decente. Si a eso le añadimos el nuevo Rev-9, que es un Terminator último modelo, dispuesto a matar a todo lo que se interponga en su objetivo, que no es otra que la joven mexicana, nos encontramos ante un símil de lo que es la saga. Persecuciones, huidas hacia adelante, pólvora y robots pegándose leches sin parar. Hay momentos, sin embargo, en el que el drama se interpone y la película se resiente. Pero con Linda Hamilton y Arnold Schwarzenegger presentes podemos dejar bien claro que esta secuela es la mejor desde la segunda.

En definitiva, TERMINATOR: DESTINO OSCURO, es una buena película, más para nostálgicos que por su buen hacer, puesto que no es más de lo mismo. Sin embargo, el listón de las secuelas estaba tan bajo que ha sido un resurgir y un punto final, esperemos, bastante digno para la saga. En todo caso, se deja ver y es disfrutable. No os la perdáis.