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Alexei rating:
8
6.9
57
Drama
Three stories of people whose lives have been thrown into chaos come together in this drama from Swedish filmmaker Anders Nilsson. Nina (Bahar Pars) is a teenage girl whose family has recently settled in Sweden from overseas. Nina and her younger sister Layla (Oldoz Javidi) are suddenly at odds with their parents when Nina is accused of becoming too familiar with the boys at her school by chatting with them. When Nina tries to run away ... [+]
Language of the review:
- es
August 2, 2008
9 of 11 users found this review helpful
NOTA: Crítica realizada la noche del 2 al 3 de noviembre de 2007, retocada mínimamente.
Primera película del Sevilla Festival de Cine 100% Europeo. Primer puñetazo.
Vengo de ver esta película. Sesión de 21:00 a 23:15, aunque en realidad empezara como media hora tarde. Y estoy mentalmente exhausto.
Para ser francos, es la segunda película que veo en este día 2 de noviembre (ya es día 3… pasadas las doce, ya se sabe…) en el que arranca el festival. La primera, la alemana Hotel Very Welcome, una de tantas muestras de cine vertical (me senté en las primeras filas de la sala), trataba de las crónicas de unos viajes hacia el Sureste Asiático e India por parte de unos turistas europeos. De estética no fascinante, como podría haber sido, contiene únicamente varias imágenes poderosas. Por fortuna se trata de una narración distante y fría, una mera exposición de hechos y experiencias (rompe con el tópico de viajes interiores y cuestiones zen).
Y luego vino esta.
Tenía por seguro que me quedaría dormido en una u otra película, habiendo dormido la noche pasada tan sólo tres horas… y aún me tengo en pie…
Nos encontramos ante una película difícil de ver. Es muy dura, brutal, contundente. El film expone de forma acertada tres manifestaciones de violencia doméstica. Se trata de un drama, a decir verdad, con vagos toques de thriller, donde tres historias se suceden en alguna ciudad de Suecia (presumo que Estocolmo).
Puede tratarse, a la larga, de una mera señalización, tratando vanamente de bucear en las raíces de la violencia. Las raíces de la violencia son complejas, todos los estudios que se quieran hacer sobre ellas tienden a ser confusos, esquemáticos o deslavazados. Es complicado mostrar todas las partes implicadas con objetividad, y este film juzga, por supuesto; nos pone de parte de la víctima, y uno padece su sufrimiento de una forma bastante hosca e inmediata.
La factura es bastante buena; buena iluminación; muy notable trabajo de dirección… pero todo puesto al servicio de la historia y de lo que se quiere demandar con ella.
No se nos muestran respuestas, soluciones, no las hay, quizás; se nos muestran las causas (celos, honor, odio), muchas de ellas incomprensibles para nosotros, y sobre todo se nos muestran las consecuencias, el horror más puro, el más cotidiano, el que puede sufrir tu vecina, tu madre o tu hermana. Y es que la locura, el infierno y la infelicidad están a la orden del día, uno tiene que aprender a convivir con todo eso (pero ¿¿cómo??), uno tiene que ser fuerte (pero ¿¿cómo??). ¿Es el ser humano una criatura maligna? Nadie se dice de sí ser una persona mala, dentro de la piel de cada uno todo es correcto, todos tenemos nuestras razones (ya lo decía Renoir), y es muy difícil separarnos de ellas, por demenciales, absurdas o justas que uno las crea.
(Sigue en spoiler por falta de espacio).
Primera película del Sevilla Festival de Cine 100% Europeo. Primer puñetazo.
Vengo de ver esta película. Sesión de 21:00 a 23:15, aunque en realidad empezara como media hora tarde. Y estoy mentalmente exhausto.
Para ser francos, es la segunda película que veo en este día 2 de noviembre (ya es día 3… pasadas las doce, ya se sabe…) en el que arranca el festival. La primera, la alemana Hotel Very Welcome, una de tantas muestras de cine vertical (me senté en las primeras filas de la sala), trataba de las crónicas de unos viajes hacia el Sureste Asiático e India por parte de unos turistas europeos. De estética no fascinante, como podría haber sido, contiene únicamente varias imágenes poderosas. Por fortuna se trata de una narración distante y fría, una mera exposición de hechos y experiencias (rompe con el tópico de viajes interiores y cuestiones zen).
Y luego vino esta.
Tenía por seguro que me quedaría dormido en una u otra película, habiendo dormido la noche pasada tan sólo tres horas… y aún me tengo en pie…
Nos encontramos ante una película difícil de ver. Es muy dura, brutal, contundente. El film expone de forma acertada tres manifestaciones de violencia doméstica. Se trata de un drama, a decir verdad, con vagos toques de thriller, donde tres historias se suceden en alguna ciudad de Suecia (presumo que Estocolmo).
Puede tratarse, a la larga, de una mera señalización, tratando vanamente de bucear en las raíces de la violencia. Las raíces de la violencia son complejas, todos los estudios que se quieran hacer sobre ellas tienden a ser confusos, esquemáticos o deslavazados. Es complicado mostrar todas las partes implicadas con objetividad, y este film juzga, por supuesto; nos pone de parte de la víctima, y uno padece su sufrimiento de una forma bastante hosca e inmediata.
La factura es bastante buena; buena iluminación; muy notable trabajo de dirección… pero todo puesto al servicio de la historia y de lo que se quiere demandar con ella.
No se nos muestran respuestas, soluciones, no las hay, quizás; se nos muestran las causas (celos, honor, odio), muchas de ellas incomprensibles para nosotros, y sobre todo se nos muestran las consecuencias, el horror más puro, el más cotidiano, el que puede sufrir tu vecina, tu madre o tu hermana. Y es que la locura, el infierno y la infelicidad están a la orden del día, uno tiene que aprender a convivir con todo eso (pero ¿¿cómo??), uno tiene que ser fuerte (pero ¿¿cómo??). ¿Es el ser humano una criatura maligna? Nadie se dice de sí ser una persona mala, dentro de la piel de cada uno todo es correcto, todos tenemos nuestras razones (ya lo decía Renoir), y es muy difícil separarnos de ellas, por demenciales, absurdas o justas que uno las crea.
(Sigue en spoiler por falta de espacio).
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
La película se apoya, eso sí, en un reparto francamente brillante, con mención especial hacia el actor español César Sarachu. Sí sí, el de esa serie de éxito, Camera Café; aquel histriónico y sobreactuado personaje. Al parecer, el actor César Sarachu ha trabajado bastante tiempo en una compañía de teatro sueca y aquí logra (algo muy difícil) que nos deshagamos de toda imagen pasada y de todo prejuicio generado por ese personaje cómico, y lleva a cabo una actuación formidable en un registro radicalmente opuesto al anterior.
En fin, la película es irrespirable, con una atmósfera de tensión muy conseguida (seca, a lo Haneke), terrorífica, espeluznante. Uno permanece al borde de la butaca, retorciéndose incómodo en ella, porque desde el principio hasta el final hay algo que te estruja, algo que te hace querer marcharte de la sala (yo estuve a punto de irme); pero en el otro extremo de la balanza está el sentimiento de querer ver cómo acaba todo… y créanme, el viaje hasta el final merece la pena.
Es más potente, como suele ocurrir, la violencia psíquica que la física (que la hay, y mucha). Pero es que la tensión del film es ya violenta… la oscuridad, el pensamiento de qué ocurrirá ahora.
Trato de juzgar la cinta ahora, más o menos en frío, e intento discernir si no pasa de ser efectiva, si lo único que quiere lograr es impresionar y dejar un poso de esperanza relativamente ficticio, o si también es una suerte de estudio… porque realmente, se nos muestra lo más convencional de esas relaciones; no hay, como decía, una reflexión indispensable sobre todo lo que la película expone, sobre el por qué, o al menos sobre ¿qué hay de la psicología humana?; ¿de qué me sorprendo yo?; aunque esto siempre haya ocurrido, ¿servirá de algo que me quede con los brazos cruzados?, ¿servirá de algo que los descruce?, ¿qué hacer? Por el contrario se nos regala un final condescendiente, después de todo (de lo contrario más de uno habría querido suicidarse). Pero ese final positivo, de lucha y esperanza, no hizo sino preocuparme más, dándome cuenta de lo pesimista de la situación; dándome cuenta de que se trata sólo de tres valientes, y de que pocos actúan como ellos.
La cinta no para de darte puñetazos, pero hay unos cuantos especialmente impactantes y desconcertantes (como lo de la familia de cristianos, donde deja tus prejuicios a la altura del betún).
Como conclusión, ese desenlace más o menos convencional (pero no por ello decepcionante) no me tranquilizó ni me dio esperanzas a nivel global; y a pesar de lo dura que es, la recomiendo porque como experiencia agotadora es impecable y te deja, como me dejó a mí, el cuerpo y la mente destrozados… pero no en vano: acabas aborreciendo por enésima vez lo inútil, doloroso y absurdo de la violencia, pero por otro lado lo más humano-animal que tenemos.
No sé… quizás tenía un día especialmente histérico…
Palabras de un desesperado…
En fin, la película es irrespirable, con una atmósfera de tensión muy conseguida (seca, a lo Haneke), terrorífica, espeluznante. Uno permanece al borde de la butaca, retorciéndose incómodo en ella, porque desde el principio hasta el final hay algo que te estruja, algo que te hace querer marcharte de la sala (yo estuve a punto de irme); pero en el otro extremo de la balanza está el sentimiento de querer ver cómo acaba todo… y créanme, el viaje hasta el final merece la pena.
Es más potente, como suele ocurrir, la violencia psíquica que la física (que la hay, y mucha). Pero es que la tensión del film es ya violenta… la oscuridad, el pensamiento de qué ocurrirá ahora.
Trato de juzgar la cinta ahora, más o menos en frío, e intento discernir si no pasa de ser efectiva, si lo único que quiere lograr es impresionar y dejar un poso de esperanza relativamente ficticio, o si también es una suerte de estudio… porque realmente, se nos muestra lo más convencional de esas relaciones; no hay, como decía, una reflexión indispensable sobre todo lo que la película expone, sobre el por qué, o al menos sobre ¿qué hay de la psicología humana?; ¿de qué me sorprendo yo?; aunque esto siempre haya ocurrido, ¿servirá de algo que me quede con los brazos cruzados?, ¿servirá de algo que los descruce?, ¿qué hacer? Por el contrario se nos regala un final condescendiente, después de todo (de lo contrario más de uno habría querido suicidarse). Pero ese final positivo, de lucha y esperanza, no hizo sino preocuparme más, dándome cuenta de lo pesimista de la situación; dándome cuenta de que se trata sólo de tres valientes, y de que pocos actúan como ellos.
La cinta no para de darte puñetazos, pero hay unos cuantos especialmente impactantes y desconcertantes (como lo de la familia de cristianos, donde deja tus prejuicios a la altura del betún).
Como conclusión, ese desenlace más o menos convencional (pero no por ello decepcionante) no me tranquilizó ni me dio esperanzas a nivel global; y a pesar de lo dura que es, la recomiendo porque como experiencia agotadora es impecable y te deja, como me dejó a mí, el cuerpo y la mente destrozados… pero no en vano: acabas aborreciendo por enésima vez lo inútil, doloroso y absurdo de la violencia, pero por otro lado lo más humano-animal que tenemos.
No sé… quizás tenía un día especialmente histérico…
Palabras de un desesperado…