Una película fantástica que lamentablemente, durante casi toda mi vida desconocí su existencia pero nunca es tarde para redimirse.

Una trama que parece caminar para un único lado, en mi mente la historia era clara y yo sólo quería ver cómo me la contaban y me terminé encontrando con un relato demoledor sobre la esclavitud disfrazada de poligamia. El hombre sin rostro cuya presencia sólo es útil para unir a un grupo de mujeres y ni falta que nos hace verle la cara, porque acá los personajes fuertes son las féminas sometidas pero fuertes, calculadoras y por qué no, quizás enamoradas. Un juego de poder muy interesante.

Me encanta la protagonista porque jamás se victimiza, a pesar de sus circunstancias acepta las reglas y demuestra presencia y personalidad. No está dispuesta a dejarse pisotear y es doloroso ver que exista ésta lucha entre mujeres que no son más que víctimas de la falta de oportunidades y de la crueldad del contexto histórico que aunque se ambiente en la década del 20, todo el tiempo el relato parece aún más antiguo. Totalmente arcaico y patético.

La fotografía es maravillosa, la planificación y la puesta en escena está tan lograda que en ningún momento nos resulta agotadora. Hay que tener en cuenta que todo el metraje ocurre dentro de esa gran casa, jamás salimos de allí y nosotros los espectadores estamos presos igual que todos los involucrados, dando pie a que nos metamos de lleno en éstas intrigas palaciegas, si se quiere.

Excelente banda sonora, y brillantes interpretaciones. Muy recomendable.