Un servidor es de los que piensan que o bien cruzas la carretera o bien no la cruzas. No te quedes nunca en medio porque al final te acabarán atropellando. Algo así podría decirse también de este filme, ya que se queda a mitad de camino en todo lo que hace y finalmente acaba cogiéndole el toro. Vamos a ver, si quieres mezclar varios géneros dentro de una misma película me parece muy bien, pero no lo hagas de manera descafeinada... para eso juega tus cartas a uno solo y punto y pelota. Este filme ni es un drama porque no conmueve, ni es un romance de época porque no emociona y, por último, tampoco es una película de terror puesto que no da miedo. La cinta se queda a medias en todo y en última instancia lo único que consigue ser es nada de nada.

Otra cuestión desacertadísima, al margen de la ineficaz mezcla de géneros, es la elección de Ben Barnes como protagonista principal. No ayuda en nada ver a un niñato con cara de niñato y hechuras de niñato como protagonista de la historia, ya que resulta imposible empatizar con semejante tontolaba. No sé de quién sería la idea de contar con este actor para protagonizar la película… lo que sí sé es que se equivocó de pleno por muy guapito de cara que sea. Lo único que se me ocurre es que quisieran atraer a las masas de adolescentes al cine como ya hizo en su momento cierta saga de lobitos sin camiseta y vampiros que brillan a la luz del día.

Luego, tenemos entre manos una historia desaprovechada por culpa de la falta de valentía del director. Los elementos con los que contaba eran como mínimo interesantes (la búsqueda del placer sin inhibiciones, la perversidad, un supuesto pacto con el diablo a cambio de la eterna juventud, una intriga sobrenatural rodeando al retrato del protagonista, etc.) En fin, yo creo que la historia requería de una pizca más de oscuridad, violencia, perversión y morbosidad en su desarrollo. Por no ser valiente no lo es ni siquiera en las escenas lujuriosas (si quieres mostrar desnudos o escenas de sexo en una película me parece perfecto, pero hazlo bien y no me pongas esas escenas de medio pelo en las que no se ve ni una mísera teta). En mi opinión, ha desaprovechado por completo el potencial que tenía una historia como esta.

Puede que haya sido muy duro al analizar este filme. Tal vez, así que ahora quiero comentar las cositas buenas que le he encontrado antes de terminar con mi crítica: la recreación que hace de la época victoriana a través del vestuario y la ambientación de la época no está mal. La fotografía y los pocos efectos especiales que posee tampoco están malejos. Además, Colin Firth ofrece una actuación más que decente (su personaje se me antoja incluso más interesante que el propio protagonista) y, por último, la historia se deja ver sin mayores problemas y resulta entretenida a ratos (por lo menos no llega nunca a hacerse aburrida del todo).