En este buen caso de Poirot, de un metraje de 50 minutos, aparecen juntos como siempre, Poirot, Hasting, Japp y Miss Lemon en un episodio de lujo, con coches de época realmente admirables, y con un vestuario exquisitamente acertado. Nuestro amigo Poirot tendrá que encontrar el paradero, por encargo del director de su banco, de un antiguo mapa de una mina de plata ubicada en Birmania y que ha desaparecido. Todas las pistas de la desaparición apuntan a una organización secreta China, es un caso que esconde un original y liado desenlace, más bien cogido con pinzas y con nuestro buen inspector Japp, desorientado como siempre.

Este es un capitulo que esta un poco por debajo del nivel, de todos los de esta buenísima serie de casos del genial detective. En general es una buena serie, incluso notable en muchos aspectos con un David Suchet en estado de gracia en su papel de Poirot.
La ambientación de este episodio es francamente impecable, tanto en los exteriores e interiores, en los decorados, en el vestuario, y con la elegancia y la educación típicamente británica que desprenden todos los personajes, todo ello de una gran calidad.
Resumiendo: Perfecta para una tarde o noche para disfrutarla sin prisas, un 6 merecido.