Corto número 68 de Silly Symphonies y merecidísimo ganador del Oscar.

En este caso Disney vuelve a los orígenes, pero solo en el apartado narrativo. Como en sus primeros cortos, aquí nos cuentan lo que hacen los habitantes (todos animales), de un viejo molino durante una tormenta. Y por supuesto al igual que en sus comienzo aquí solo hay música e imagen.

Dónde hay un salto de calidad importante es en su imagen. Si estás acostumbrado a ver cortos de Silly Symphonies, enseguida te das cuenta que en este han puesto especial cuidado.

Nada más empezar ya te quedas flipando con los efectos de luces de una telaraña mientras se balancea por el viento. Da igual que estemos hablando de 1937, cuando las cosas están bien hechas se notan. Los dibujos, la animación y los efectos de lluvia y viento están muy bien hechos. Impresionantes. Recuerdan mucho a 'Bambi'.

En este corto Disney implanta en sus producciones la cámara multiplano. Os preguntaréis ¿Qué es eso? Básicamente una cámara encima de varias láminas en las cuales se podían poner diferentes imágenes, pudiendo crear así el efecto de profundidad.

De los mejores de Silly Symphonies. Imprescindible.