Una vez más Nolan juega con la mente al igual que hizo en "insomnia" y "memento", pero esta vez va más allá. En ésta película no puedes ir al baño, no puedes distraerte porque si en algún momento pierdes el hilo no sabes ni dónde estás y acabas por desesperarte.

Cuando empieza irrealmente recuerda a algo llamado "matrix", puedes tomarla como una copia barata viendola desde ese punto de vista o como una cinta increíble que te envuelve en un mundo del que no sabes salir.
Por otra parte, Leonardo di Caprio se reafirma una vez más como uno de los mejores actores que podemos ver hoy, con un gran papel a la altura de un grandísimo actor. Detrás de ésta magnífica película hay una gran bso del siempre exigente Hans Zimmer que lleva de la mano los sueños de cada cineasta. No lo duden.