En su larga carrera de policía el teniente William Somerset (Morgan Freeman) se enfrenta a un criminal en serie fuera de lo común. El asesino relaciona a cada una de sus víctimas con los siete pecados capitales. El teniente Somerset tiene el agravante de que los días para resolver el caso están contados y su ayudante, el detective David Mills (Brad Pitt), es más un estorbo que un resuelve.

Los casos de los asesinatos en serie son un tema atractivo para el público, por el tratamiento que los medios les dan a las especulaciones sobre la forma, aparentes motivos y quien pudiera ser el asesino. El film recoge ese mismo estilo y forma de presentarlo.

El asesino en serie por lo general tiene un trastorno de personalidad antisocial, ve a los demás como meros medios para satisfacer sus propios deseos egoístas. Posiblemente en su formación como adulto tuvieron padres violentos, un rechazo social marcado, traumas particulares y otros muchos factores que podrían crear al monstruo que existe en ellos, como es el caso de este film.

El film cuenta con un elenco de actores de primera, Brad Pitt ("Twelve Monkeys"-1995), Morgan Freeman ("The Shawshank Redemption"-1994), Gwyneth Paltrow ("Shakespeare in Love"-1998), Kevin Spacey ("The Usual Suspects"-1995) y Richard Roundtree ("Shaft"-1971) entre otros.

La película tuvo un presupuesto de $33 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $327 millones, más $43 millones por la venta de alquiler en los videoclubes, además recibió 44 nominaciones a diferentes premios en festivales de cine, de los cuales ganó 25 de ellos.