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Reaccionario rating:
4
Drama Gregory Peck is an investigative journalist assigned to write about anti-Semitism. Frustrated with cold facts and statistics, he decides to get an insider's view by telling people he is Jewish. An excellent study of the insidious nature of prejudice.
Language of the review:
  • es
September 5, 2020
4 of 7 users found this review helpful
El polémico Elia Kazan nos sorprendió en 1947 con una película peliaguda para la época, pero hoy claramente anticuada porque la cuestión ha sido ya superada, basada en la novela homónima en cuanto a su título en inglés, "Gentleman's Agreement", de la escritora judeo-norteamericana Laura Z. Hobson. "La barrera invisible" es una obra que trata del antisemitismo en los Estados Unidos, dos años después de acabar la Segunda Guerra Mundial y uno de los juicios de Nuremberg, tras el nazismo, el Holocausto y toda la rabiosa judeofobia existente en muchos sitios durante los años treinta y en la primera mitad de los cuarenta. Por ese motivo, "La barrera invisible" es necesaria para remover conciencias, tal vez por eso le concedieron tres Oscars, uno a la mejor película, otro al mejor director y un último a Celeste Holm como mejor actriz secundaria, de un total de ocho nominaciones, además fue un éxito de taquilla, según la fuente, fue la novena en su país en el 1947, pero no por esto es un buen trabajo.

A este largometraje se le nota demasiado su carácter pedagógico, unidireccional y esquemático. Las personas no parecen tales sino que representan arquetipos que nos ayudan a entender la denuncia, siempre encuentra al racista conveniente para afirmar la tesis y encima ofrece una explicación errónea de lo que es el antisemitismo. Esta especie de xenofobia no depende tanto de la religión sino de la raza, que aquí nunca se menciona. De todos modos lo peor es que Kazan se ciega tanto en su ataque que ni siquiera se plantea los motivos que no justifican pero sí explican el antisemitismo. ¿Por qué tanta gente y en tantos países lo eran? Ni lo piensa, ni le importa. Pero así no podemos interpretar el fenómeno, ni ir a la raíz del problema, ni ofrecer soluciones reales. Para empezar, no lo es negar el hecho diferencial. El otro lo es por su raza, su cultura, su fe y por todo lo demás, hay que valorarlo en toda su integridad, pero no convertirlo en el occidental ideal para que no nos incomode su diferencia.
Reaccionario
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