Rowan Atkinson regresa diez años después de su "Bean, lo último en cine catastrófico" (1997), se le nota que está más mayor, con una nueva entrega y la última de su famoso personaje, Mister Bean, o lo que es lo mismo "Las vacaciones de Mr. Bean". En cualquier caso parece que hay consenso en que esta segunda parte es peor que la primera e incluso he leído por ahí que a Rowan se le ve cansado de interpretar de nuevo al señor Bean. Sobre esto último no sabría decir, pero sí que me parece que en este segundo episodio se ha dejado algo de su esencia. Aquí es menos Bean y de hecho apenas se luce. Así que recuerde sólo hay una escena de veras marca "Bean", que es en el restaurante pijo con el marisco y de hecho es la más divertida. O lo que es lo mismo, la trama tiene mucho más peso que su personaje.

Para ser sincero la película es simpática, afable y bienintencionada pero lo que es risas, tampoco hay muchas. Un fallo que le veo es que la mayoría de las veces los gags están muy forzados, no se les ve creíbles, por ejemplo, tanto tren, autobús, niño, maletas perdidas, y cuando no, son pseudorepeticiones de lo que hemos visto otras veces (escenas de baile, dibujos para salir del paso). De todos modo funciona más por sus detalles que por su conjunto: algunas gracias de Bean, los paisajes de Francia, que son muy bonitos, la forma de pitorrearse del cine pretencioso plasta, que es el que hoy padecemos todos, esa voz en off narrando al principio es obligada en toda "obra maestra" de los últimos años, o la bella francesa Emma de Caunes, sobre todo cuando va con el look Vichy, de la primera mitad de los años cuarenta.