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Reaccionario rating:
4
Romance. Comedy Everyone in the Portokalos family worries about Toula (Nia Vardalos). Still unmarried at 30-years-old, she works at Dancing Zorba's, the Greek restaurant owned by her parents, Gus (Michael Constantine) and Maria (Lainie Kazan) and smells like garlic bread. Her days are drab and dull, just like her hair, her clothes and her attitude. Toula listens quietly as her family tsk-tsks about her sad situation. She refuses offers by her father to ... [+]
Language of the review:
  • es
September 3, 2013
4 of 6 users found this review helpful
Esto en realidad es uno de esos vídeos de boda que nos colocan con entusiasmo los parientes pero agrandado y hecho película. Dice ella: "Mira, aquí es cuando te declaraste". Y él: "y aquí cuando conocí a tus padres. Que mal lo pasé". La de atrás "huy que guapa estabas de verdad con el vestido de novia". Y así todo el rato hasta la extenuación. "Mi gran boda griega" es simple hasta no dar crédito, hasta el punto de que al compararla con "Sucedió en Manhattan" también comedia romántica y del mismo año, ésta última parezca un peliculón. De todos modos esto no impidió que los de la Academia la nominaran por su guión y de paso lo estuviera Nia Vardalos a los Globos de Oro por su discretísima actuación, no me extraña pues era guionista antes que actriz y se le nota. Lo cual demuestra que los premios se dan muchas veces en función del éxito en la recaudación. Ésta fue la quinta en Estados Unidos y la novena en el mundo, cosa que no me explico, así que a ver con qué podemos premiarla, pensarán.

"Mi gran boda griega" navega con calma chicha sin ningún tipo de aliciente que le de vidilla hasta un final obvio. Casi no hay humor, la relación romántica es falsa, no creíble y carente de interés, y el conflicto cultural, inexistente. Con el añadido del folklore griego, que si fuera español, la gente se mataría en los cines de vergüenza ajena, la película intenta parecerse a "El padre de la novia" (1991) o a "Los padres de ella" (2000) pero queda muy lejos en todo de ellas, sobre todo de la primera, que es soberbia. Al menos, es agradable de ver, no es nada soez y es interesante ese estereotipo conservador en el que viene de fábrica tanto el patriarcado como mujeres de armas tomar, a las que parece imposible que las maltraten, bien por ellas, bien por su familiares que lo molerían a palos. Ahora bien, reivindicamos el patito feo pero yo no dejo de pensar en Nancy y Pamela. Se las desprecia por jóvenes, guapas y seguro que por más virtudes. Así, ¿qué autoestima y qué seguridad van a tener?
Reaccionario
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