He sucumbido a la voracidad promocional de Netflix. Cada vez que espero por el 22, Ben Affleck me mira amenazante desde un contrapicado. Cuando vuelvo, en el 20, es Oscar Isaac el que achina los ojos como enfadado con el mundo aún sin yo tener la culpa, que yo sepa.

Me esperaba la clásica película de acción de soldados americanos pegando tiros, americanos esquivando balas, americanos sacándose la chorra (metafóricamente, claro), planos subjetivos de los M16, planos secuencias en las incursiones y fin. Pues sí y no. La película codifica en su trama algún que otro mensaje que la hacen interesante. Interesante esa alegoría del lastre que supone el dinero. Interesante ese grupo de hombres muy westerniano con el único objetivo de acabar una misión con éxito en donde lo único que está por encima del dinero es la lealtad hacia los compañeros de trincheras.

Le peli entretiene con su acción y satisface con su mensaje. Siempre digo que no volveré a ver una película con expectativas pero es complicado.