Barcelona 1714, es una película modesta y muy arriesgada en la puesta en escena, pero atreverse a ello me parece de valentía. Me gustó y entretuvo, muy recomendable. No profundiza en exceso en la historia pero la cinta explica los últimos meses de la Barcelona de 1714 y como se vivieron a través de unos personajes enamorados.

Para empezar, esta película está siendo una de las sorpresas en la taquilla pasando muchos espectadores, teniendo en cuenta que solo la han programado en algunas salas. Con un presupuesto de 1’6M€, sin subvenciones ni ayudas (nadie ha cobrado, ni actores ni técnicos), solamente a través del micromecenazgo han podido terminar el proyecto.

Rodada en lugares reales con la mayoría de las escenas usando el croma (pantalla verde), cual le da una singularidad única. Esta puesta en escena la hace original y muy especial. Si es cierto, que no estamos acostumbrados a ver cine de este tipo, pero cuando llevas un rato entras en la historia y te olvidas al estar los escenarios integrados por igual en todo el metraje.
Gran trabajo del actor Bernat Quintana y la actriz Alba Brunet y excelente el actor Ferran Carvajal, muy creíble en su papel de joven cura.
Como punto menos positivo está la combinación de actores profesionales con amateurs, que a la vez pierde un poco de ritmo por la mitad de la película, pero no por ello pierde interés. Destacar el último tercio de la proyección en que va creciendo la expectación, emoción y dramatismo.

Otra cosa destacable es la música. Compuesta por Gerard Pastor, con una orquesta de 80 músicos le dan un toque armónico y muy bien integrada en la película.

Por último, debemos agradecer a la directora Anna Maria Bofarull y al productor Heiko Kraft por llevar a la pantalla grande un proyecto de esta índole en unos momentos de grandes dificultades económicas y sociales en la cultura de nuestro país.

F.Xavier Soler