- Cariño...
- ¿Si, Paul?
- No sé que hacer con tus clones... Estoy aquí, escribiendo el guión, y no se me ocurre que demonios.
- Escúchame, Paul. No importa. No importa nada. ¿Clones? No importa. ¿Zombies? No importa. ¿Guión? No importa. ¿Coherencia interna? No importa, amor. ¿Dialogos inteligentes? Tampoco importa. ¿Respeto a la saga de videojuegos? Nunca ha importado. ¿Respeto a la realidad, a las dimensiones físicas? Recuerda la caja de zombies infinitos en pijama, Paul. No importa. Nada de esto importa.
- ¿Entonces...?
- ¿Me quieres, Paul?
- Claro, Milla, ya sabes que te quiero.
- Pues eso es todo. Si me amas, el mundo entero puede irse al carajo. Y ahora, ven a la cama.
- Pero Milla... Mañana empieza el rodaje y no sé aún de que va Ultratumba.
- Ultratumba irá de lo que han ido todas. De tu amor hacia mi, tu amor que hace que todo lo demás no importe, un amor violento, salvaje, lleno de ostias, de zombies absurdos, de malos absurdos, un amor sacado del sueño y la pesadilla. Un amor psicotrópico, Paul.
- Ya. Tienes razón, cariño.
- Lo sé, amor. Y ahora, vamos a fo***r.

Y fruto de ese amor, surgió Resident Evil: Ultratumba.

PD: ¡¡CORRED!! No quiero que os la perdais.