Aparece ni más ni menos que el señorito Van Dien disfrazado de Indiana Jones en escena y cara de gilipollas y consigue en milisegundos que sueltes la carcajada más grande de los últimos tiempos, friki es poco, es más bien casposo y absurdo. Lo peor es que la carcajada se repite una y otra vez cada vez que sale, con lo cual pierdes el hilo de la película, eso si lo hay, claro.

Se suceden las gilipolleces una tras otra sin dar en ningún momento crédito de lo que ves. La actriz principal, que no está mal la tía, es de lo más cómico que he visto en mi vida, la naturalidad no cabe en ella, parece que hasta le pone cachonda la cámara, pues la mira siempre con una sonrisa picarona, ¡Como es la chica! ¿Habrá sido actriz porno?

Los defectos especiales, ¡Uy perdón! Los efectos especiales son para tirarte por los suelos, hay un colega que con un cartucho de dinamita no solo abre las tumbas sino que de paso limpia hasta las escaleras, las deja auténticamente relucientes y sin una puta piedra ¡Que monstruo!

Los actores secundarios parecen sacados de un psiquiátrico, no hay uno al que mires a la cara y no te parezca un psicópata. Para no perderse al zumbao de la dinamita y el santón, dos auténticos descojones.

Guión espeluznante, y lo malo es que intenta ser graciosillo, y claro como no tiene ni puta gracia, pues te avergüenzas ¡Que majadería! ¡Dios!

De los actores veteranos mejor ni hablar, no sé como se puede caer tan bajo, estos prometen para salir en la próxima peli del Uwe, son completamente de su estilo.

Resumiendo, de lo peor y más ridículo que he tenido el disgusto de ver en mi vida. Eso sí te ríes a carcajadas ante tanta incompetencia.

No la recomiendo para nada, además es larga del copón.