No doy crédito después de leer las dos críticas publicadas que se jactan afirmando que en el documental, la mirada es sesgada, parcial y es propaganda de una parte de la contienda que lleva casi 10 años, una década!! increíble, y nosotros quejándonos del Coronavirus, en fin...

Me da igual, me da igual todo lo dicho, yo sólo veo un ejército gobernado por un dictador con apoyo de Rusia y China masacrando un pueblo, civiles en la mayoría mujeres y niños que no defendere ante tanta barbarie.

NO entiendo de verdad, este punto crítico, incluso cínico desde el sofá de casa se escribe estupendamente criticando cualquier gesto de denuncia de lo que el mundo ha decidido no actuar, ni intervenir...en pleno siglo XXI, no hemos evolucionado nada, se repite la historia, las mismas guerras por religión, territorio o recursos naturales o todos a la vez.

Al hilo de este emotivo documental, el cuál aún hacerse sin muchos recursos, nos envía un discurso claro de dolor, desesperación y desamparo que podemos sentir en todo el metraje. Recomiendo el documental de Marie Colvin Under the wire, imperdible. Y también la película A private war de la magnífica Rosamund Pike.