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Spain Spain · C/ Mía, nº 3, 1º A
Dromedario rating:
6
Sci-Fi. Thriller. Mystery. Action Dom Cobb (Leonardo DiCaprio) is a skilled thief, the absolute best in the dangerous art of extraction, stealing valuable secrets from deep within the subconscious during the dream state, when the mind is at its most vulnerable. Cobb's rare ability has made him a coveted player in this treacherous new world of corporate espionage, but it has also made him an international fugitive and cost him everything he has ever loved. Now Cobb is ... [+]
Language of the review:
  • es
August 11, 2010
49 of 61 users found this review helpful
REALIDAD

Agobia la cantidad de información que Nolan quiere darnos. No hay descanso en ese sentido. Otra película esclavizada por el guion, culpa suya entonces el no dejar crecer el Origen. Innecesarias tantas explicaciones. Tú muestra, yo miro.



SUEÑO

NIVEL 1
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El empleo de la música es machacón, desesperante, siempre in crescendo, acompañando continuamente esas escenas de tiroteos rodadas y montadas al tuntún. Afortunadamente las cámaras no se utilizan como instrumentos topográficos con vueltas de campana, tan de moda en el cine de acción actual.

En cambio, el montaje en paralelo, funcionando como nexo entre las distintas capas de sueño, es una de las partes más interesantes en ella. Con mejor resultado que en “El caballero oscuro”, por poner el ejemplo más cercano del inglés.

NIVEL 2
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“Origen” sigue la estela de “Memento” –obsesiones, ¿verdad o mentira?, hombre atrapado en el recuerdo de su mujer–, pero está rodada como si fuese “Batman Begins 3”: persecuciones caprichosas, orgasmo estirado, duración exagerada y ralentíes caducos.

NIVEL 3
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“Nolan, el nuevo Kubrick” [Frase popular que se tararea en los colegios]

Últimamente he leído comparaciones entre “2001” y “Origen” haciendo gala de la capacidad visual de los dos directores; el logro de aunar opiniones de cinéfilos, aficionados y adolescentes en celo; y retar al intelecto del espectador con una propuesta de ciencia ficción. Sólo hace falta visionar los momentos de gravedad de ambas (Gravedad centrífuga de la nave/Ingravidez del hotel, nivel 2) para responder a esta semejanza superficial.

NIVEL 4
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Nolan nos lleva agarraditos de la mano (no veo esa complicación en la trama tan pregonada) porque no quiere que nos desviemos del camino de baldosas amarillas. Es curioso que la imagen con la que se termina intente llevar a la ‘confusión’, cuando durante el resto del metraje las aclaraciones dominaban al conjunto. Por tanto, el final es simplemente una vuelta de tuerca indiferente, la obra está terminada y los dromedarios despiertos.
Dromedario
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