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tito88 rating:
7
6.3
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Documentary
Extremis is a verité documentary exploring the harrowing decisions that doctors, families and patients face in urgent end-of- life cases. With access to the intensive care unit of a public hospital, the film offers a uniquely intimate look at the intersection of science, faith and humanity.
Language of the review:
- es
September 24, 2016
10 of 10 users found this review helpful
Relato desgarrador que nos acerca a la cruda realidad como es la muerte (por naturaleza) de todo ser viviente. El día a día de un hospital donde médicos, pacientes y familiares se enfrentan a decisiones y situaciones complicadas de tomar, y algunas de ellas totalmente irreversibles.
Un dilema complicado en el que entran en conflicto religión, ética, valores morales... pero el cual por desgracia quizás algún día te veas obligado a tomar por ti mismo, o peor aún, por otra persona a la que quieres. Y es cuando te harás la pregunta: ¿morir naturalmente o vivir artificialmente?
Un dilema complicado en el que entran en conflicto religión, ética, valores morales... pero el cual por desgracia quizás algún día te veas obligado a tomar por ti mismo, o peor aún, por otra persona a la que quieres. Y es cuando te harás la pregunta: ¿morir naturalmente o vivir artificialmente?
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Donna y Selena son el nombre del dilema y de cómo dos situaciones similares son afrontadas de dos maneras totalmente contrarias.
Donna es una anciana postrada en una cama de hospital. Los tubos de un respirador la permiten seguir con vida. Sus familiares la animan a seguir viviendo, la dan conversación y ven, frustrados, cómo quiere quitarse las correas que la mantienen atada a la cama para evitar que se quite cualquier tubo que la mantiene conectada a la máquina, es decir, paradójicamente, Donna está atada para protegerla de ella misma. Su situación ha llegado al punto en el que si la desconectan de dicha máquina lo más probable es que no viva más allá de 48 horas, mientras que si sigue conectada seguirá viviendo, pero en unas condiciones muy debatibles (las cuales no es mi intención lidiar aquí).
Selena se encuentra en la misma situación. Respira de forma artificial. Sus familiares rezan dados de la mano rodeando su cama. Piden a Dios que la mantengan con vida.
Mientras tanto, los médicos afrontan su quehacer diario. Les explican humilde y llanamente la situación. Es hora de tomar la decisión de si seguir manteniendo con vida de forma artificial a su familiar, o si, por el contrario, quieren que muera de forma natural.
Se trata de un dilema muy difícil de afrontar. Quien tiene que decidir es el enfermo, pero Selena, al contrario que Donna, no está en condiciones de poder tomar una decisión así ya que no está consciente. Sus familiares son los que deben tomar la decisión por ella.
Se trata por tanto de un gran conflicto personal, ya que tienes que decidir sobre una vida ajena. Pero no solo es un conflicto para los familiares. También lo es para los propios médicos. En este caso dudan si realmente no hay una posible solución final antes de quitarle el respirador al paciente. No saben qué ocurrirá cuando le quiten el respirador, no pueden predecir cómo afrontará el cuerpo del paciente la situación.
Un dilema ético que la cámara nos muestra de forma directa, sin efectos ni filtros, ni intentar dramatizar un tema tan delicado.
Donna es una anciana postrada en una cama de hospital. Los tubos de un respirador la permiten seguir con vida. Sus familiares la animan a seguir viviendo, la dan conversación y ven, frustrados, cómo quiere quitarse las correas que la mantienen atada a la cama para evitar que se quite cualquier tubo que la mantiene conectada a la máquina, es decir, paradójicamente, Donna está atada para protegerla de ella misma. Su situación ha llegado al punto en el que si la desconectan de dicha máquina lo más probable es que no viva más allá de 48 horas, mientras que si sigue conectada seguirá viviendo, pero en unas condiciones muy debatibles (las cuales no es mi intención lidiar aquí).
Selena se encuentra en la misma situación. Respira de forma artificial. Sus familiares rezan dados de la mano rodeando su cama. Piden a Dios que la mantengan con vida.
Mientras tanto, los médicos afrontan su quehacer diario. Les explican humilde y llanamente la situación. Es hora de tomar la decisión de si seguir manteniendo con vida de forma artificial a su familiar, o si, por el contrario, quieren que muera de forma natural.
Se trata de un dilema muy difícil de afrontar. Quien tiene que decidir es el enfermo, pero Selena, al contrario que Donna, no está en condiciones de poder tomar una decisión así ya que no está consciente. Sus familiares son los que deben tomar la decisión por ella.
Se trata por tanto de un gran conflicto personal, ya que tienes que decidir sobre una vida ajena. Pero no solo es un conflicto para los familiares. También lo es para los propios médicos. En este caso dudan si realmente no hay una posible solución final antes de quitarle el respirador al paciente. No saben qué ocurrirá cuando le quiten el respirador, no pueden predecir cómo afrontará el cuerpo del paciente la situación.
Un dilema ético que la cámara nos muestra de forma directa, sin efectos ni filtros, ni intentar dramatizar un tema tan delicado.