El director de este documental... que no nos documenta sobre nada (simplemente saca a un puñado de “intelectuales” franceses completamente ajenos al oficio cinematográfico), ha sido tan vago que no edita las partes en que sus entrevistados hacen cosas raras, lo que me lleva a pensar que quería pitorrearse de ellos, supongo que por motivos personales que desconocemos.

Y es un contrasentido, meterse a grabar un caro reportaje y tomarse la molestia de llamar a tantos “entendidos” del cine simplemente para dejarlos como idiotas. Como hacen claramente con el único que sí participó en aquellas pelis, Dolph Lundgren, al que intentan poner como un grandullón sin cerebro.

Frikis con camisetas de películas que ocultan feas panzas peludas, opinando en plan analítico sobre la influencia del cine de acción en la cultura occidental, y profesoras de universidad (¡que detestan el cine de acción!) diciendo que Reagan era tonto y malo. Dios Santo qué gilipuerteces puede llegar a decir alguien delante de un micro.

Fíate de un francés.