22 july (22 de julio) es un largometraje noruego realista basada en hechos históricos sobre terrorismo de la derecha conservadora y cobarde, dirigido y guionado por el británico Paul Greengrass en el año 2018. Específicamente, la historia se basa en el libro One of us: The story of a massacre in Norway — and Its aftermath, de Åsne Seierstad.

Al estar apoyada en hechos verídicos se torna necesariamente realista, exponiendo de este modo la crueldad insensata y demente de un loco derechoide. La película adopta en principio la visión del victimario, luego se va tornando una visión dual, el simultáneo perspectivismo de las víctimas y el victimario, y luego sigue desde la visión de las víctimas, que culmina en un juicio contra el chacal militante politiquero.

Antes que rescatar los mensajes más notorios sobre lo que implica la extrema derecha pusilánime que ataca civiles indefensos, sus posturas racistas, xenófobas y conservadoras de un oscurantismo delirante e hispanista, típico de los nacionalismos de exclusión que construyen muros; que los mensajes de paz y justicia, las aluciones al Estado de derecho, los derechos civiles, la democracia noruega, el juicio justo, las maniobras de las defensas, la pena, la ira, la tristeza, el acompañamiento a las víctimas y su deseo de elegir ante todo la vida, la ciudadanía y el humanismo; antes que todo eso, quisiera rescatar dos mensajes que se ubican en la boca del agresor: primero, su queja en el jurado por lo que él llama el "multiculturalismo" que "hace de los europeos nativos una minoría en su propia tierra", y segundo cuando le dice a su abogado que hay muchos como él pero que "no los ven". Destaco esto para entender el problema y porque son pistas fabulosas en el guión que nos permiten abordar el problema: el primer mensaje nos da una idea muy clara de cómo se sienten estos sujetos, su cosmovisión del mundo donde, a raíz de sus valores deformes y tradicionalistas, sienten una supuesta opresión de un sistema político que progresa dejando atrás a los valores tradicionalistas que, en la era moderna, adquiren deformidad a causa del tiempo. Estos sujetos se sienten marginados y excluídos, y para no afrontar la soledad buscan al otro, al distinto según sus valores caducos, como culpable de su soledad, de su márgen. En el fondo esto nos dice que quieren ser incluídos en la sociedad, pero por alguna razón probablemente psicológica (y fallas en el sistema político capitalista) no lo son, de modo que se fabrican una inclusión ficticia basada en la "raza", la etnia, la geografía, la cultura idiomática y folclórica. Una vez dentro de ese colectivo imaginario, arbitrario, identifican al resto como el enemigo, el "invasor", porque "invade" la tierra que "históricamente" les pertenece (falacia por apelación a la tradición), y en ese plural ("les") se encuentran. Allí ignoran su realidad política: la soledad, y el miedito a una soledad contínua. No tienen, por ejemplo, la fortaleza nietzscheana por adorar su propia soledad cuyo "precio por ser uno mismo" es invaluable. Y, en segundo término, deja en claro la falla política y por consiguiente social, es decir el hecho de que estas personas pasan desapercibidas en el llamado mundo real, ya que son en cierta forma habitantes de los márgenes, excluídos en cierta medida aunque quizás mayoritariamente sean autoexcluídos, pero aún así el Estado socialdemócrata falla en incluirlos a todos, desinteresándose de estos jóvenes, ningunéandolos, haciéndolos por ello..., invisibles.