Es inevitable comparar esta cinta con las otras dos de renombre de Baron. Me refiero a Borat y a Bruno. Está claro que El Dictador vuelve a meter el dedo... en la herida de EEUyU, poniendo de relieve las erróneas escalas de valores de la sociedad norteamericana.
Borat y Bruno le dan cien patadas a El Dictador por ser más incisivas y tener un humor mucho más enrevesado (hasta hiriente).
Se salva de la quema por el minuto de gloria, cuando Aladeen habla sin tapujos de la podrida sociedad de USA. Lo mejor.
Si eres fan de este actor te gustará mucho y si no, se deja ver.