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Triplets rating:
10
Musical. Romance. Comedy Gloriously witty adaptation of the Broadway musical about Professor Henry Higgins, who takes a bet from Colonel Pickering that he can transform unrefined, dirty Cockney flower girl Eliza Doolittle into a lady, and fool everyone into thinking she really is one, too! He does, and thus young aristocrat Freddy Eynsford-Hill falls madly in love with her. But when Higgins takes all the credit and forgets to acknowledge her efforts, Eliza ... [+]
Language of the review:
  • es
January 2, 2007
46 of 56 users found this review helpful
Me sería fácil empezar a cantar sin más las virtudes de "My fair lady", porque es una película que me encanta. Pero entiendo que lo más interesante de estas críticas es intentar dar razones para que los demás puedan disfrutar como nosotros con las películas que amamos. Y viendo que esta película tiene algunas críticas negativas, mayores motivos hay para defenderla.
El ingrediente fundamental de un musical son las canciones. Y, si en esto nos fijamos, "My fair lady" tiene, seguramente, el catálogo de melodías más inolvidable de todo el género. Citemos como ejemplos "Wouldn´t it be loverly?", "On the street where you live", "The rain in Spain" (candidata para la lista de las 100 mejores canciones del American Film Institute") o "I could have dance all night" (elegida como 17ª mejor canción por dicho Instituto).
Además, el número musical "The rain in Spain" es, para mí, una de las cumbres del musical, que entronca con otros números míticos como "That´s entertainment" (Melodías de Broadway 1955) o "La noche en que inventaron el champán" (Gigi), en cuanto supone el cambio de humor de algún personaje abatido, cansado o aburrido, que pasa, en breves momentos, a través de la música, a un estado de euforia y alegría contagiosa.
Por otro lado, una de las críticas más frecuentes de los detractores de "My fair lady" es que es un musical empalagoso. Yo, personalmente, no veo el empalago por ningún lado. Para mí empalagosa es una película con continuas escenas de los protagonistas haciéndose arrumacos y dándose besitos. Pero esa posibilidad se desvanece con un protagonista tan sobrio como Rex Harrison y con un personaje como el suyo, que no reconoce su amor sino a regañadientes.
Por tanto, "My fair lady" tiene, a mi entender, romanticismo del bueno, mostrado en pequeños detalles como el momento en que antes de salir para la fiesta, el profesor Higgins, que no había hecho caso a Eliza, la agarra finalmente del brazo, arrancando la felicidad de ésta.
Se podría hablar de muchas más cuestiones como la dirección magistral de George Cukor, el trabajo de Cecil Beaton, los estupendos secundarios encabezados por Stanley Holloway, pero simplemente pretendía defender una película como ésta, una película que, sin duda, está en la cima de aquel género maravilloso que fue el musical americano.
Triplets
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