El Lobo es un buen thriller de nacionalidad española, rara avis, aunque en los últimos tiempos parece que el género se va animando (pienso sobre todo en No habrá paz para los malvados y Grupo 7). En el caso que nos ocupa, se trata además de un thriller político, inspirado en hechos reales, sobre el infiltrado en ETA que frustró varios atentados sangrientos y logró la detención de numerosos militantes de la organización. Pero lo que plasma la película es que en el otro bando acechaba también el terrorismo de estado, impulsado por militares y policías franquistas que querían ponérselo difícil a la recién nacida democracia, al tiempo que continuaban apoltronados en sus puestos, moviendo hilos invisibles a su antojo, otra caterva de asesinos sin escrúpulos que no dudaban en sacrificar a sus propios compañeros.
Se beneficia la película de solventes interpretaciones, empezando por el siempre inquietante Coronado y continuando con el propio Noriega, no siempre afortunado, con la colaboración inestimable del gran Santiago Ramos. Un buen film.