Es curioso que este canijo se haya erigido en uno de los reyes del cine de acción actual, pero quien la sigue la consigue. Cruise se ha emperrado en fabricarse una personalidad cinematográfica alejada de su breve estatura y los repetidos rumores sobre su sexualidad, y aquí lo tenemos convertido en un (casi) superhéroe que lliquida a sus enemigos sin despeinarse y desmaya a las mujeres con sólo verle entrar por la puerta. Jack Reacher es un pimpampum más, aunque puedo decir en su descargo que aguanté los 130 minutos sin pestañear, siempre con la ayuda de Werner Herzog (este hombre debería dedicarse a la interpretación full time) y Robert Duvall, que interpreta su papel en piloto automático. Mención especial a los monumentales pechos de Rosalind Pike, capaces de mantener despierto a un narcoléptico, y eso que no aparecen desnudos en su totalidad. Por lo demás, otra de usar y tirar.