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Spain Spain · Madrid
Charles rating:
10
Action. Fantasy Where the original movie left off finds Liu Kang, Sonya Blade, Rayden, Princess Kitana and Johnny Cage up against emperor Shao Kahn and his extermination squad led by Ermac, Motaro, Sheeva and Rain. Kahn's plan is to merge Earth with Outworld into one realm by resurrecting Kitana's mother, Queen Sindel. After the death of Johnny Cage, the warriors flee from Liu Kang's temple where Rayden tells me they are no more rules because Kahn ... [+]
Language of the review:
  • es
May 12, 2020
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Directa al infierno.
Al último círculo.
Donde los condenados pueden consolarse pensando que, al menos, no tuvieron que trabajar en ella.

El objetivo, vaya usted a saber por qué, era mutilar el equipo que hizo de la primera parte una aventurilla distraída, y acto seguido destrozar todas las virtudes heredadas de aquella.
Del final de la primera se intuía que venía un apocalipsis, pero nadie pensó que no solo sería figurativo, sino también literal, absoluto, expansivo y descacharrante.

Da algo de ternura ver cómo solo se quedaron los dos jovenzuelos protagónicos, quizá pensando que tenían cierta lealtad al material, y todos y cada uno a su alrededor ahuecaron el ala.
También es alucinante el uso, abuso y refriteo de pantalla verdes, efectos de transformación, rayos dibujados sobre el fotograma, volatines con trampolín y todo efectismo disponible, hasta el punto de no hay una miga de "realidad" sobre la que asentar nada: mejor así, supongo.
Pero lo mejor, lo absolutamente magnífico, siguen siendo las peleas, que elevan al doce lo chapuzas y convierten la incoherencia en mecánica de las hostias. Creo que pocas veces he visto tanta maestría ocultando que pocos de los intérpretes sabían luchar de verdad, y sí marcar mucha postura molona (en ese aspecto, sobresaliente).

Y pese a todo... es una maravilla.
La clase de destrozo, naufragio, que jamás permitiría un estudio hoy en día, obsesionados por la verosimilitud, la celebridad de los involucrados y la buena percepción de marca.
Aquí, una barbaridad de mataos se calzaron armaduras de plástico, cámara al hombro y a rodar, si se puede, encajando cuantos más personajes y referencias al juego original mejor.
La ilusión de cada uno ya depende, pero nadie falla tan espectacularmente sin haberse dejado la piel por el camino.

Le hicieron un fatality a la coherencia, al ridículo y a la industria.
Acabaron ellos con la columna partida, pero no se puede negar que el temazo, sonando mientras Liu Kang y Shao Khan se hostian en forma de aberración infográfica sobre una pirámide de cartón piedra, sigue sonando de maravilla.
Charles
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