A menudo una sola imagen es lo que queda para uno mismo como recuerdo de una película, y en este caso para mí es como si esa imagen concreta explicara por sí misma todo el contenido del largometraje. No es un spoiler lo que diré ahora: para mí el suspense contenido durante las dos horas de idas y venidas de militares oficiales y políticos, presidente incluido, para arriba y para abajo, se resumen en la cara de poema de Lancaster cuando se sube a su coche asumiendo todo lo que ha sucedido. Hay tensión, mucha tensión, y reconozco que sabiendo de antemano su sinopsis no he empezado con mucha ilusión, lo normal sería para mí suspenderla, la guerra fría de los yankis me echa para atrás siempre. Sin embargo reconozco que ese punto de angustia Frankenheimer supo tratarlo con una profesionalidad meritoria, ya que es el único interés de la trama, saber qué acabará sucediendo.... Y es gracias a él que se salvan los platos, porque por muchos actorazos que hayan al final lo que cuenta es el contenido. No seré el primero que lo diga, el personaje de Ava Gardner sobra, sencillamente pudiera ser prescindido sin que nada esencial se alterara.

Así que sorpresa, porque los días señalados de mayo de los yankis en su particular guerra fría histórica me parecían a priori muy poco atractivos, pero las dudas, las puñaladas, las complicadas maniobras que quedan detrás de una tensión tan bien trazada, es lo que me llevan a valorar esta película por encima de las expectativas creadas.