Más que por una lógica aplastante tipo Holmes, este cura colega usa su intuición para perseguir sus objetivos. Es difícil (pero no imposible) que caiga mal alguien así, pese a la sotana, pese a la moralina innecesaria de sus discursos desde el púlpito. Siempre he pensado que alguien extremadamente miope sólo puede caer bien. En "El detective" en realidad no hay caso, más bien se trata de una película que basa su interés en las idas y venidas del protagonista que, por si no ha quedado claro, es para mí una pena que sea cura, sacerdote de cabo a rabo con todo lo que ello implica, con su voto de castidad y con su rebaño y todo. Una pena, quienes no vemos con buenos ojos todo lo que implica la existencia de las religiones no podemos disfrutar del todo, nunca, de una película así. Es imposible, desde el ateísmo más o menos profundo...

Guinness lo hace bastante bien, las cosas como son, y la película es bastante completa, con algún giro ingenioso, con gotas de buen humor, unos policías lamentables y en general un guión que arriesga poco y por lo tanto no tiene fisuras. Pero el protagonista es un cura, lo escribo y lo reescribo y cada vez me cae peor porque sólo la idea de parir un personaje de cine que sea un cura colega me repatea, ofrecer a los espectadores alguien así, tan falso, tan irreal, que es cinturón negro de no sé qué arte marcial, que pretende caer bien a todos siendo cura, es algo que detesto. Los tentáculos de la religión llegaron al cine, desde luego, es lo que quieren, imponer, mandar, vender, lo que siempre han querido. Una pena.