Michael Bay conserva su buen pulso con la cámara con este su intento de alejarse del cine comercial y acercarse al cine de autor. Aún así, 'Dolor y Dinero' se queda a medio camino en casi todo. Una historia demasiado escabrosa como para ser del todo una comedia (aunque arranque alguna sonrisa), sin demasiado argumento para la acción para ser trepidante y sin la suficiente emoción para conseguir ser un buen drama. Para colmo, sus 130 minutos se antojan exagerados para una historia que con menos metraje se hubiera convertido en algo más divertido, más trepidante y más emocionante. Se agradece el intento, pero se nota a la legua que el bueno de Bay se ha acostumbrado demasiado a la megaproducción estilo 'Transformers'. Y 'Dolor y Dinero' paga, en parte, los platos rotos. No es ni una cosa ni la otra.

ME GUSTÓ: Dwayne Johnson, que, afortunadamente, ya no me sorprende como gran actor.
NO ME GUSTÓ: Que fuera (y se hiciera) tan larga.