Entretención para adolescentes, sin subestimar a este segmento, es lo que entrega "Soy el número cuatro" (2011), retratando una postal antes vista en otras producciones como "Crepúsculo" (2008) y "Roswell" (1999) -TV-, de amores juveniles y poderes especiales en medio de esa edad tan especial.

Con Michael Bay en el staff, la trama no es más que la promesa de un amor juvenil con características extraordinarias por los poderes del joven galán. La mezcla de guiones es apreciable y a ello se suma que Alex Pettyfer y la exquisa chica de "Glee", Dianna Agron, son atractivos para los respectivos sexos.

A ratos sosa en demasía y anticipable, "I am number four" finalmente hace reconocible a Timothy Olyphant dentro del reparto y prefiere centrar esfuerzos en otras áreas como efectos especiales que no aparecen como nada extraordinario y que diera la impresión que nadie quiso invertir demasiado en esta cinta.

No es para filosofar, sacar demasiadas conclusiones o generar muchos fanáticos a pesar de su origen literario, como reza la moda. Esta película salvo por lo fresco aunque algo liviano de Dianna Agron en pantalla, no ofrece más de nada. Es una trama olvidable, con una ejecución sin sorpresas que sin duda ha de haber opacado sus bases literarias.

Consignar que la principal curiosidad que desplega el film es ver dónde irá a parar tanto absurdo y en el aspecto de la musicalización, aunque en momentos parece haber sido consciente que era una veta interesante para no perderlo todo, al final queda claro que ni eso salva el día.

Recomendación:
Débil, pobre. Para pasar el rato aunque incluso así se hace algo extensa.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com