"Mildred Pierce" es un sólido melodrama negro realizado por el nunca bien elogiado Michael Curtiz en una década especialmente propicia para el género, que en España se distribuyó con el mojigato título de "Alma en suplicio" aludiendo, en sintonía con el nacional catolicismo del momento, a los tormentos que debe asumir la madre que interpreta Joan Crawford por salvar la vida de su alocada hija. Pero, aunque este conflicto es uno de los fuertes del argumento del film, no es el único ya que la protagonista, una Joan Crawford cuarentona que relanzaría su carrera gracias al Óscar obtenido por esta interpretación, evoca los duros personajes (masculinos) de la serie negra en ese proceso de desclasamiento y ascenso social que emprende por satisfacer los deseos de su hija. Al igual que Marlowe y Spade debe encajar muchos golpes, no físicamente sino financieramente, y deposita erróneamente su confianza, no porque se enamore de un hombre destructivo sino porque idolatra a su hija, un personaje que representa a la mujer fatal por excelencia de la serie negra.

La película está basada en una novela escrita cuatro años antes por James M. Cain, novelista clave del noir con títulos como "The postman always rings twice" y "Double indemnity", y es una adaptación fiel pero que incorpora un episodio potente que no aparece en el original literario.