Si desde el minuto tres de proyección podemos adivinar, no ya el final, sino la evolución de la trama ¿que nos queda salvo 140 minutos de aburrimiento? Si un hombre en absoluta e involuntaria soledad no siente angustia ¿cómo transmitir a los espectadores un mínimo de tensión? Si el protagonista no trasluce un solo sentimiento en todo el (desmedido) metraje ¿cómo provocarlo en el espectador? Si los diálogos son de una pobreza desalentadora ¿dónde está el ingenio que debe acompañar el proceso creativo? ¿Dónde está el valor de la película?¿En el rigor científico de las anécdotas? Lo siento, pero no voy al cine a comprobar el cálculo de una raíz cuadrada ni de una integral doble. Pretendo encontrar sentimientos, emociones, problemas humanos y reales reflejados en una historia bien estructurada. Nada de eso lo encuentro en The Martian. Tras la muy bien comercializada cáscara del rigor científico (por ser generoso en la aplicación del término) no encuentro más que el más decepcionante de los vacíos.