Crítica 1: Como secuela
¿Qué ha sido de Catherine Tramell? Pues 15 años después vive en Londres y sigue siendo mala, muy mala. También sigue estando buena, muy buena. Manipula a los hombres con su inteligencia y con sus encantos como a ella le da la gana.
Pero aunque Michael Caton-Jones dirigió la maravillosa “Rob Roy”, esta secuela está a años luz de la de Paul Verhoeven en todos los aspectos.
Ya no está Michael Douglas, ya no hay tensión sexual, ya no hay escenas eróticas fuertes, ni emoción, ni química entre los protagonistas, ni nada de lo que había en la otra. Quizás quede un poco de todo eso, pero en comparación es como si ponemos una moto al lado de un tren, o algo así.
Ni la trama de asesinatos, ni el juego psicológico de Catherine están a la altura. Las actuaciones dejan bastante que desear, sobre todo la de Sharon Stone, que de mito erótico tremendo, pasa a no darnos ni frío ni calor y a enseñar muchísima menos chicha que en la otra.
El protagonista es David Morrissey y la verdad es que está para matarlo. Menos mal que muchos años después lo hizo mucho mejor en “The walking dead”.
Si en la primera no nos esperábamos lo que podía pasar, aquí más o menos se ve todo venir, y como no hay erotismo, apenas queda nada. Te pasas todo el rato esperando que pase algo que nunca llega.
La sensación que da es la de ser una auténtica tomadura de pelo, que aprovecha el tremendo éxito que tuvo la primera para engañar a los espectadores, pues en la comparación, está tan por debajo de la otra, que parece más mala de lo que realmente es. Una secuela totalmente innecesaria, y menos tantos años después.
Nota: 3,5
Crítica 2: Si la primera no existiera…
En este thriller psicológico, Sharon Stone es una psicópata muy manipuladora, que entra en un juego de poder con su psiquiatra. La actriz no se conserva nada mal para su edad, y todavía da el pego como mujer fatal.
Hay películas del género mucho mejores que ésta, pues suelen tener giros de los que “Instinto básico 2” no puede alardear mucho. No hay demasiada tensión ni sorpresas, pues la mayor parte del tiempo se lo pasan charlando en las sesiones de psicoterapia.
Pero, en un nivel de exigencia muy bajo, el film puede llegar a entretener por ver hasta dónde le sigue el juego el protagonista a esta malvada fémina, que con sus armas de mujer consigue siempre lo que quiera incluso aunque el otro se dé cuenta de que le están manipulando.
Da la sensación de que va a tener alguna sorpresa o escena fuerte, pero la verdad es que al final no hay mucho de eso y sirve solamente, y siendo bastante generoso, para echar un rato y olvidarla al día siguiente.
Nota: 5,5
Como en los peores remakes, solamente se puede salvar si borramos de nuestra mente la anterior como si no existiera, pero ¿quién puede hacer eso?