Como dice el heraldo ese que sale al principio y al final: “Bienvenidos a Hollywood, donde los sueños se pueden cumplir”.
Pues eso es lo que le pasa a Vivian (Julia Roberts) en esta modernización de los clásicos cuentos de hadas. La por entonces jovencísima actriz comparte protagonismo con el ya por entonces canoso Richard Gere, formando una pareja que derrocha química.
Se trata de uno de los mayores éxitos de principios de los años 90, y con un nivel de popularidad tremendo. Es una de esas películas tan famosas que la conoce prácticamente todo el planeta, independientemente del nivel de cinefilia, sexo, nacionalidad o condición social.
La película es una pura fantasía, pues idealiza demasiado a esta prostituta de buen corazón. En una vida tan mala, ¿cómo va a haber alguien así, tan campechana, buena persona e inocente al mismo tiempo? También nos tenemos que creer que por casualidad se encuentra con este perfecto caballero millonario, que se rinde ante ella y se gasta una cantidad indecente de dinero en comprarle ropa. Es por eso que este film tiene una legión de innumerables admiradoras (con ‘a’), pues sin ninguna duda es una “romanticada” que es mucho más del gusto de las espectadoras féminas cuyo ideal de hombre es el que les puede dar todos sus caprichos.
Tiene toques de comedia. El analfabetismo social de Vivian da lugar a varios momentos divertidos. Pero aquí lo que prima es el romanticismo.
A nivel de calidad cinematográfica, tengo que reconocerle el mérito de que es bastante entretenida para ser una historia en la que prácticamente no pasa nada fuera de lo común, y eso que me suelo aburrir con los relatos cotidianos. También fue el pistoletazo de salida para la carrera de Julia Roberts, que por entonces prácticamente era novata. La chica no lo hace nada mal, y eso donde más se nota es en la escena de la ópera.
También tiene una buena selección de temas musicales, principalmente de estilo “ochentero”, pero en la que hay que destacar el tema principal de Roy Orbison, que siempre será recordado, por encima de todo lo que hizo, con esta pegadiza canción.
Y poco más puedo aportar a todo lo que se haya podido decir ya en esta página. En el momento de escribir esto, ya hay 139 críticas hechas, y cada vez que la reponen en televisión es un rotundo éxito a pesar de estar más vista que el tebeo.
Tan solo me queda dar mi opinión subjetiva. Sinceramente, no la veo para tanto y creo que su calidad está muy sobrevalorada. Me parece una película muy simple y justa, a la que no le puedo dar más de un cinco.
Pero, por supuesto, eso es un punto de vista personal en un género que nunca me ha gustado, ya que tengo el mismo nivel de romanticismo que el desembarco de Normandía.