Una chica suiza le echa un vistazo a un masai en un viaje a Kenia, y lo deja todo por él. La muy loca abandona toda su vida (novio incluido) sin saber siquiera si el negro estaba casado o no.
Bueno, se supone que es una historia bonita en la que se nos da a conocer el pueblo masai y sus arcaicas costumbres, así como su forma de vida.
Sin embargo, es todo puro adorno. En realidad, estamos ante una película romántica más con una pareja interracial de dos mundos muy distintos.
Se podrían haber planteado muchas situaciones dramáticas interesantes, pero la película se limita a contar una historia de amor salpicada por algunas anécdotas que le pasan en la tribu masai. Realmente no pasan demasiadas cosas interesantes y todo lo que cuenta podrían haberlo hecho en menos de las dos horas que dura.
Ni siquiera está acompañada por una fotografía o banda sonora que nos pueda llegar a emocionar. Más bien parece un telefilm de sobremesa de los aburridos.
De las interpretaciones tampoco se puede decir mucho. No son nada del otro mundo.
Se me ha hecho muy pesada y cansina. Olvidable.