La novela es muy buena, pero la película...
Ríos de tinta han corrido sobre la relación entre literatura y cine, tan compleja como necesaria. Este es un emblemático traspaso fallido de la notable obra de Benedetti, que atravesada por el filtro del séptimo arte, se transforma en un producto olvidable. Desde la mala conversión del texto al guión, hasta la desacertada elección de los actores que no lograron responder a sus personajes, en particular Bárbara Mujica que no tiene nada de quien es Dolly en la novela.