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Dominican Rep.
Favio Rossini rating:
15,491
Drama
Set in the Nazi-controlled, northern Italian state of Salo in 1944, four dignitaries round up sixteen perfect specimens of youth and take them together with guards, servants and studs to a palace near Marzabotto. In addition, there are four middle-aged women: three of whom recount arousing stories whilst the fourth accompanies on the piano. The story is largely taken up with their recounting the stories of Dante and De Sade: the Circle ... [+]
Language of the review:
- es
April 11, 2008
18 of 32 users found this review helpful
A Pasolini lo mataron por decir verdades como puños. Verdades de las que el ser humano se avergüenza. Esas que se piensan pero que nunca se dicen.
A Pasolini lo mataron por hacer lo que le venía en gana. Sin tener en cuenta las absurdas reglas sociales. Sin importarle que le miraran por el rabillo del ojo cuando paseaba por la calle.
A Pasolini lo mataron por homosexual. Por decirle abiertamente, sin tapujos. Por follar todo lo que podía sin temor a reconocerlo.
A Pasolini lo mataron por comunista. Por rojo. Por opinar en alto cosas que la mayoría en esa época solo opinaban en bajo.
A Pasolini lo mataron por Saló. Por lo que representa. Porque era demasiado para muchas personas. Demasiadas verdades dolorosas. Demasiado para los melancólicos fascistas que aún quedaban en Italia.
A Pasolini lo mataron a palos tres hijos de puta, al grito de ¡Maricón!, ¡Comunista!, ¡Guarro!.
Han sido necesarios treinta años para que la verdad haya salido por fin a la luz. Para que se reconozca de una vez que fue un asesinato político y no el capricho de un loco. El asesinato de uno de los intelectuales más importantes del pasado siglo.
El asesinato de un genio.
A Pasolini lo mataron por hacer lo que le venía en gana. Sin tener en cuenta las absurdas reglas sociales. Sin importarle que le miraran por el rabillo del ojo cuando paseaba por la calle.
A Pasolini lo mataron por homosexual. Por decirle abiertamente, sin tapujos. Por follar todo lo que podía sin temor a reconocerlo.
A Pasolini lo mataron por comunista. Por rojo. Por opinar en alto cosas que la mayoría en esa época solo opinaban en bajo.
A Pasolini lo mataron por Saló. Por lo que representa. Porque era demasiado para muchas personas. Demasiadas verdades dolorosas. Demasiado para los melancólicos fascistas que aún quedaban en Italia.
A Pasolini lo mataron a palos tres hijos de puta, al grito de ¡Maricón!, ¡Comunista!, ¡Guarro!.
Han sido necesarios treinta años para que la verdad haya salido por fin a la luz. Para que se reconozca de una vez que fue un asesinato político y no el capricho de un loco. El asesinato de uno de los intelectuales más importantes del pasado siglo.
El asesinato de un genio.
