El desastre y el caos como consecuencia de la maldad de la creación, la evolución de las profundidades, la llegada de la muestra radioactiva en la tormenta y toda una parafernalia que nunca llega a dar miedo, ni tampoco a tener gracia, todo es llevado a las grandes dimensiones en un producto irritante y repelente y en un contexto que claramente deja de crear expectación, no se siente el amanecer de una nueva especie ni crea polémica con la humanidad, tampoco es realmente gamberra en la ciudad que nunca duerme, no es una historia de violencia ni de supervivencia, es una película poco recomendable.

Se trata más de la destrucción masiva que de la histeria social, poco que ver con la humanidad, es como subirse a una atracción aplastante con su contenido en ciencia-ficción, pero con un desarrollo fallido y un desenlace absurdo, ni se preocupa por el carisma de la criatura en unos efectos que quedaron en la época, no hay impacto ni un proyecto de misterio, se limita a romper y atar y añade a la rubia para terminar de señalarla como una americanada, eso sí, consigue reírse de la propia nación, huevos, más mierda y banda sonora de Puff Daddy incluída.