Mediocre producción italiana, con dirección de Ruggero Deodato, esto es, uno de los mayores "aprovechategis" que ha habido en el mundo del cine, siempre tomando de aquí y de allí, o repitiendo éxitos pasados de parecido pelo, bien sean de otros cineastas o de sí mismo.
En esta ocasión sigue, en parte, la estela de los "Holocaustos caníbales" que tanto éxito comercial le dispensaron, al menos en cuanto a parecido clímax y al entorno en la que transcurre la mayor parte de la acción.
Se puede ver tranquilamente hoy, más de treinta años desde su estreno, por mor de un ritmo conseguido y algunas escenas disfrutables como las de los esqueletos en el río, pero en conjunto no pasa de una medianía, verdadera serie C tirando a D, que tanto poblaron los cines de barrio y posteriores vídeo-clubs.
Cine de andar por casa, eso sí, hecho con cariño y dirigido a un gran público deseoso de una mezcolanza de violencia, intriga y sexo. De todo hay en esta cinta, que tiene la duración exacta, la verdad es que se aguanta bien pero no pasa del regular siendo generoso.

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