Algo menos que mediocre western europeo (co-producción entre Italia y esta vez Francia), lo que hasta hace poco llamábamos (en esta ocasión sería erróneamente) spaguetti western.
Para comenzar debo comentar que la he visto en televisión española 2 y, cosa rara pues en este aspecto se ha mejorado con los años, no han respetado el formato a toda pantalla, con lo que, supongo, la fotografía aparece menos lustrosa y la puesta en escena menos distinguida.
Con todo, dura casi hora y media y se hace eterna pues es casi todo el rato insípida a pesar de sus muchos tiros y peleas. Pero la acción es sin ton ni son y la incongruencia campa por sus anchas con lo que la supuesta credibilidad del conjunto se reduce al mínimo.
El protagonista, George Eastman, intérprete siempre mediocre pero que en otras ocasiones resulta eficaz: "El último pistolero", por ejemplo, en esa ocasión es como un robot sin demostrar sentimiento alguno, quizás porque casi todos los personajes son o forajidos o él mismo, siempre al límite de la Ley.
Lo único que se salva es la música, a cargo de Mario Parapetti, sobre todo en los acordes con la trompeta, llena de ritmo. Pero el resto es pura filfa y al final una auténtica pérdida de tiempo.

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