Una de éstas españolas de humor negro con Carmen Maura en su papel cómico, con esa sonrisa larga, de disimulo, que al buen rato se queda en mueca torcida y la mirada ida, que es su recurso absoluto. Acompañada por Juanjo Puigcorbé cuando ambos estaban en la brecha. Creo que hoy día a Juanjo se le ha ido la olla; está muy mal.
Argumento propio de la comedia de enredos que más o menos funciona.
Lo mejor para mi es la aparición de Rafael Álvarez (el Brujo en Juncal, por aquel entonces), perfecto en el papel del inspector Tablada, elegante y conquistador, que lástima que su personaje tenga una corta aparición porque es lo mejor de la película. Un final no muy acorde pero la bonita canción de Lynn Anderson, Jardín de rosas, es la mejor solución.