No se trata de una parodia, sino de un episodio más de una serie de películas en clave de humor sobre las novelas USA de intriga y misterio de ámbito policial que tanto éxito tuvieron entonces, empezando por el famoso autor Raymond Chandler (Philip Marlowe) y siguiendo con Dashiell Hammett (Sam Spade), Erle Stanley Gardner (alias A. A. Fair), el prolífico Edgar Wallace, la agencia Ellery Queen y otros tantos. De hecho el doctor (que indudablemente no lo es) ayudante del investigador Gay Lawrence, que interpreta George Sanders (que por otro lado estaba alternando con el personaje de Simon Templar mucho antes que lo tomara Roger Moore), al principio hace mención a su jefe de Ellery Queen en relación a ciertos asuntos criminales.

Guy Lawrence promete a su novia que desde ese momento abandona para siempre los asuntos de faldas y misterios, algo que ella le exige, pero justo a continuación, en una fiesta patrocinada por una enigmática señora, una mujer es asesinada. Casualmente por medio de su secretaria, esa mujer le había pedido al investigador que protegiera su valiosa sortija “el Monzón”, que lleva engarzada un diamante, ya que teme que se lo roben.

Personalmente, este tipo de relatos tratados humorísticamente me parecen una oportunidad perdida para haber hecho una buena película de misterio, reflejando esas clásicas novelas que digo, de detectives cínicos de vuelta de todo y misteriosos asesinatos. Podían haber sido un alarde de ironía (que ya de por sí eso es humor)... Pero claro, ese campo ya estaba cubierto con el cine negro. Supongo que tiene que haber de todo.

El intrépido Halcón, puede parecer una película algo atropellada pero sigue unos nexos coherentes, justamente para no caer en la caricatura y entrar de lleno en las cómicas al estilo de Bob Hope y Dorothy Lamour, por ejemplo; o sea, que tiene una lógica argumental. Lo importante: una buena oportunidad para contemplar al genial George Sanders en clave de humor.