Culebrón que cierra una trilogía, en principio futbolera, en el que no faltan todo tipo de recursos narrativos y golpes de efecto tanto dramáticos como humorísticos para intentar sostener una trama que se tambalea hasta acabar con las expectativas del espectador medio. O te cabreas, o se lo toleras, y yo soy más bien de lo segundo. En serio es imposible tomarla.

La peli, con todo lo mala que es resulta interesante porque abre una nueva temática a los culebrones de toda la vida, la de fútbol. Y tal vez gracias a esta película entables amistad con la suegra o la vecina del quinto, esa que siempre hace "cocretas". En cualquier caso, ¿No es bonito que pasen tantas cosas en sólo una peli, por absurdas que parezcan? ¿No es bello que el protagonista de la trilogía apenas tenga relevancia aquí? ¿No es bello que se traten temas como el alcoholismo, el amor o el final de una era?

Aquí algún visionario se la ha jugado cambiando la línea marcada por primera y segunda entrega, aunque me temo que el motivo real es que el guionista estaba cansado y ha aprovechado la ocasión para explorar horizontes nuevos.

Qué diablos, por su valentía le meto un 5.