Durísima y cruda película, donde las desgracias, la mala suerte y las miserias se ensañan con los personajes sin darles punto de reposo. En un ambiente sórdido, viciado y degradado, en el que cualquier sueño se declara irrealizable o cualquier esperanza de felicidad es arrancada de raíz, Pelle consigue convencernos de que todavía es posible albergar algún sueño que haga más llevadera la existencia.
En ese pequeño mundo cerrado de la granja en la que viven y trabajan muchas personas, se retratan con precisión quirúrgica y extrema severidad muchas de las mezquindades de la condición humana, pero también algunos pequeños gestos que encierran belleza.
Verdaderamente conmovedora la relación padre-hijo, el padre débil y casi derrotado y el hijo fuerte y maduro. De alguna manera, pese a las muchas vejaciones, humillaciones y penalidades que ambos padecen, siempre logran conservar un resto de dignidad, la dignidad que les otorga un corazón limpio y el profundo amor que los une.
La angustia que derrama la película te envuelve durante todo el metraje. La suciedad, las moscas, casi se puede oler el ambiente corrompido. El alcohol para ahogar las penas. Y el preguntarse continuamente hasta qué punto es posible lastimar el alma de un niño, hasta dónde le es posible a un niño resistir tanta desilusión, decepción y dolor día tras día, y te asombras de que aún sea capaz de creer en un futuro mejor (y realmente deseas que su sueño se cumpla).
El ritmo de algunas escenas y diálogos no me ha terminado de convencer, algunas escenas me parecían un poco artificiales, tal vez no estaban bien conseguidas, o tal vez sólo reflejan otra manera de filmar o de mostrar las reacciones de la gente habituada a la desgracia, no lo sé.
Pelle está prácticamente magnífico, su mirada es absolutamente elocuente, y vas descubriendo a través de ella el mapa de su alma castigada pero aún noble y limpia.
Otra película incómoda, sin concesiones, sin descanso, quizás porque la desgracia y la infelicidad no conceden apenas respiro a las almas sobre las que se abaten.