La cinta en sí empieza bien, pero poco a poco se le van notando grietas en el argumento hasta terminar en un precipitado final que echa por la borda los buenos momentos de suspense que hay.
La idea es generar una cinta bastante similar a la base narrativa de “The omen” y cruzarla con algunos salpicones de “The exorcist”, donde hay escenas muy bien logradas desde la intriga que genera todo el factor paranormal.
Pero obviamente que el producto se queda a años luz de esas dos grandísimas obras del terror, para situarse dentro de la categoría de películas pasables, que poseen algunos sustos muy conseguidos y otros ratos de tensión gracias a la atmósfera oscura y misteriosa que se respira de fondo.
El guión minimamente mantiene la atención, porque siempre el espectro religioso que abunda en la perspectiva narrativa sugiere y absorbe en sus alternativas. Pero lamentablemente no tiene la solvencia necesaria desde la elaboración de las variantes que constituyen el entramado narrativo y se pierde gran parte del potencial que la película tenía a priori.
Con esto tampoco quiero decir que la cinta sea un mamarracho desde su texto narrativo, pero se nota que le faltó imaginación y chispa para encontrarle la vuelta y redituar esa buena idea que era a priori de aggiornar el tema de la encarnación de un anticristo en la Tierra.
Aún así el filme es aceptable, se digiere sin problemas gracias a su estética sombría y a algunas secuencias donde invade el temor hacia lo desconocido, y sin dudas que algunos sustos –aunque fáciles- son efectistas y producen la segregación de adrenalina.
Bien por Winona Ryder asumiendo un digno y convincente protagónico, Ben Chaplin también logra una discreta y al menos llevadera composición artística, y además el elenco de reparto coadyuva para dar por resultado un digno producto sobre posesiones demoníacas y cultos a Satán. Eso sí, mejor llevada desde las formas del lenguaje cinematográfico que desde su fundamento narrativo. Y era de esperarse ya que el director debutaba en ese cargo y contaba con más experiencia emperifollando cintas que desde el control general de las mismas.